terça-feira, 3 de abril de 2012

Los 'Homo erectus' ya asaban la carne hace un millón de años

Descubiertas en Sudáfrica las pruebas más antiguas de uso del fuego

Imagen del interior de la cueva de Wonderwerk, donde se han encontrado los restos de las hogueras
de hace un millón de años. Michael Chazan / Universidad de Toronto
Los Homo erectus que vivían en el sur de África hace un millón de años ya preferían comer la carne asada que cruda, según demuestran restos de vegetales y de huesos chamuscados descubiertos en la cueva de Wonderwerk (Sudáfrica).

El hallazgo, que se presenta esta semana en la revista científica PNAS, aporta la prueba más antigua de uso del fuego por parte de los ancestros humanos. Hasta ahora, la prueba más antigua correspondía a restos de hace unos 750.000 años hallados en Israel.

Los humanos que ocuparon la cueva de Wonderwerk en aquella época comían “mamíferos de tamaño mediano y también algunas tortugas”, ha informado por correo electrónico Michael Chazan, antropólogo de la Universidad de Toronto (Canadá) y codirector de la investigación. “La identificación de las especies exactas está en curso”.

Los investigadores han identificado abundantes restos de hogueras en el interior de la cueva, lo que indica que los Homo erectus de aquella región ya utilizaban el fuego de manera sistemática hace un millón de años. La posición de los huesos de los animales calcinados confirma que fueron asados e ingeridos en el interior de la cueva.

Más allá de su utilidad para cocer alimentos, “el fuego fue un avance crucial para la humanidad porque facilitó que los grupos se reunieran alrededor de una hoguera, estimuló una mayor comunicación y cohesión social y ayudó a estructurar grupos más complejos”, destaca Eudald Carbonell, director del Institut de Paleoecologia Humana i Evolució Social. Los restos de hogueras hallados en la cueva de Wonderwerk “adelantan en 300.000 años la fecha de esta transición hacia una mayor complejidad”.

La identificación de las hogueras ha sido posible gracias al análisis microscópico de los restos hallados en la cueva. Los investigadores han recurrido a estos análisis porque el estudio macroscópico no aclaraba si las plantas y los animales habían sido transformados por la acción del fuego o simplemente por la acción del tiempo. Según los resultados presentados en PNAS, los restos fueron sometidos a temperaturas superiores a 400 grados centígrados e inferiores a 700.

Para alimentar el fuego, los ocupantes de la cueva utilizaron hojas, hierbas y arbustos. Curiosamente, no se han encontrado en las hogueras restos de grandes troncos de madera.

El descubrimiento, sostienen sus autores, confirma la hipótesis de Richard Wrangham, primatólogo de la Universidad de Harvard (EE.UU.), para quien los Homo erectus ya estaban adaptados a una dieta basada en la cocción de alimentos. Si esta hipótesis es correcta, el uso sistemático del fuego tendría casi dos millones de años de antigüedad. Según prevé Michael Chazan, con las técnicas de análisis microscópico aplicadas en la cueva de Wonderwerk. en los próximos años descubrirse restos de hogueras más antiguas.

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